El blockbuster de AFS

De los creadores del “¡Ya no queda nada para verte!” llega el “¡ay qué poquito falta para irte”!¡Todo un éxito de taquillas en llamadas telefónicas, conversaciones de whatsapp y mensajes de Facebook! ¿Te lo vas a perder? Pues sí. ¡Deberías! Porque lo que este tipo de frases y “consuelos” provocan es esto: ¿Y esto qué es? Resulta que una de las habilidades que se desarrollan y se ponen a prueba durante un programa de AFS es la gestión de emociones. Y en este caso, os queremos recomendar que cada uno las viváis de manera individual, respetando y sin interferir ni presionar sobre los sentimientos de los demás. Como papás y mamás que tenéis a un hijo a punto de regresar, vivid por vuestra parte la alegría, el entusiasmo y la impaciencia de tenerlo pronto de vuelta. Pero respetad que este tiempo, estas semanas antes de regresar, quieran estar más “incomunicados” de lo habitual. Para los que estáis viviendo la experiencia desde el lado de la recepción tampoco es fácil. Se cruzan vuestras emociones con las del nuevo miembro de vuestra familia. Y justo al final, cuando creemos que hemos superado todos los obstáculos, incluso el de los malentendidos, se puede producir el más grande: “¿por qué el estudiante está tan feliz, acaso no lo hemos tratado bien y ya se quiere ir?” Pensad que, al igual que los jóvenes que están fuera, la ilusión de volver a reencontrarse con su familia y amigos se mezcla con la tristeza de dejar toda su experiencia atrás. Y no por ello se debe reprimir, al contrario. No queremos ser alarmistas ni apocalípticos, pero sí previsores 🙂 Hay un proverbio ruso que dice “prepárate para lo peor, pero espera lo mejor”. Y es que este puede que sea el final, pero a su vez es el comienzo de ver qué efecto ha tenido esta experiencia sobre cada uno de vosotros y vosotras. Por eso, queremos animaros a que reflexionéis sobre lo aprendido, lo que habéis descubierto, lo que habéis disfrutado… desde todos los lados de la experiencia.

¿Ha merecido la pena salir de nuestra comodidad y abrirnos a lo desconocido?

Seguro que ya estáis más que familiarizados con el concepto de “aprendizaje intercultural”, pero ahora es el momento de mirar hacia atrás y hacia adentro y ver si, realmente, a través de esta experiencia nos hemos convertido en una familia verdaderamente intercultural.

¿Qué crees?